Fibrilación Auricular. La Fibrilación Auricular (FA) es una patología muy común, por lo que es difícil hacer una atribución de su aparición como efecto adverso tras la toma de un medicamento. Vamos a referir los más notables: Corticoides (>7.5mg de prednisona o equivalentes) predispone a la aparición de FA de reciente inicio. Dosis inferiores no se relacionaron con este riesgo. El incremento se ve en cualquier indicación de esteroides. Los Bifosfonatos parecen incrementar el riesgo. El ácido zolendrónico en infusión anual produce un incremento significativo del riesgo de FA. El alendronato tiene estudios con incremento del riesgo (FIT) y otros no (HORIZON). Donezepil, Sumatriptan, Sildenafil, Cisplatino y Gemcitabina tiene casos aislados referidos, incluso con FA tras la reexposición.
Prolongación del espacio Q-T, Torsades de Pointes y Muerte Súbita Cardíaca. El síndrome de QT largo se ha descrito con muchos medicamentos, pudiendo ser la antesala de la taquicardia ventricular tipo torsades de pointes. Ha sido motivo de retirada de numerosos fármacos, siendo en la actualidad obligatorio su valoración a la hora de autorizar un fármaco. Los macrólidos (eritromicina y claritromicina), la cloroquina, fenotizainas como la clorpromazina, el haloperidol y la pimozida, así como la metadona son de los fármacos más frecuentes. Respecto a la muerte súbita cardíaca, la amitriptilina a dosis superiores a 300mg está claramente relacionada, en las dosis menores de 100mg no ha habido relación, el uso de eritromicina junto a medicamentos que disminuyen su aclaramiento como verapamilo, diltiazem o ketoconazol están relacionados. Los estimulantes como la cocaína y las anfetaminas también se han asociado a la muerte súbita de origen cardíaco.
Bradicardia y Taquicardia. La bradicardia no es un efecto habitual de medicamento no cardiovasculares, sin embargo la taquicardia es un efecto adversos frecuente de muchos medicamentos: agonistas beta-adrenérgicos, duloxetina y venlafaxina dentro de la antidepresivos son los más relevantes.
Hipotensión. Los medicamentos para la disfunción eréctil (sildenafilo, tadalafilo y vardenafilo) pueden provocar descensos de la tensión arterial de hasta 7 mmHg en pacientes coronarios. Su uso combinado con nitratos está contraindicado por este motivo. Los antagonistas alfa-adrenérgicos, de gran uso para la hipertrofia prostática, pueden provocar hipotensión ortostática y síncope.
Hipertensión. Venlafaxina, no solo aumenta la frecuencia cardíaca, sino que puede producir directamente hipertensión. En paciente tratados con dosis altas de velafaxina, al 12,5% de los pacientes se les diagnosticaba HTA de inicio. La pseudoefredina, utilizada en numerosos remedios de venta libre para los síntomas catarrales, también lo puede producir. Los AINEs pueden precipitar o agravar la HTA existente.
Enfermedad Valvular Cardíaca. Los inhibidores del apetito fenfluramina y dexfenfluramina fueron retirados en 1997 por provocar, en un gran número de consumidores, alteraciones valvulares cardíacas. Los agonistas dopaminérgicos (pergolida y cabergolina utilizadas en la enfermedad de Parkinson) también se han relacionado con este fenómeno.
Hipertensión Pulmonar. La fenfluramina y dexfenfluramina también inducían hipertensión pulmonar. La sibutramina ha sido estudiada y no se ha encontrado una relación de riesgo.
Miocardiopatía e Insuficiencia Cardíaca. El uso de las antraciclinas en el tratamiento del cáncer, sobre todo en la edad infantil, supone un riesgo de toxicidad de por vida. La ciclofosfamida también puede producir cardiotoxicdad dosis dependiente, así como el fluoracilo. Diversos medicamentos usados en tumores como trastuzumab, sunitinib, imatinib tienen también este riesgo. Los anti-TNF como infliximab, actualmente están contraindicados en pacientes con insuficiencia cardíaca severa y se debe ser precavidos en los leves y moderados. Los AINEs, glucocorticoides y las tiazilodonas también agravan la insuficiencia cardíaca.