Alimentación en Diarrea Aguda
1.- Rehidratación oral
En diarreas leves, basta con ofrecer al niño líquidos variados (sin restricciones) en pequeñas cantidades, para cubrir las necesidades de mantenimiento y prevenir la deshidratación, continuando con su dieta habitual. Algunas guías proponen dar además un suplemento líquido de 10 ml/kg de peso por cada deposición líquida que se realice. Si existe deshidratación de leve a moderada, se recomienda utilizar soluciones de rehidratación oral (SRO): 30-50ml/kg durante 4 horas en leve, y 50-100 ml/kg en moderada.
Las SRO (ver Tabla) deben agitarse antes de su administración y ofrecerse frías a cucharaditas de 5-10 ml cada 5-10 minutos, para mejorar el sabor y la tolerancia. Cuando tolere, se puede ofrecer a demanda. Si el niño vomita, se debe esperar entre 5-10 minutos y ofrecer la solución más despacio. Si los vómitos son incoercibles, habrá que valorar el ingreso hospitalario. Para la reconstitución de las SRO en polvo, se seguirán las indicaciones de cada producto. Las bebidas refrescantes, preparados para deportistas y los preparados caseros no son adecuados para este fin.
2.- Reinicio precoz de la alimentación
La reintroducción precoz de la alimentación garantiza la recuperación nutricional y evita el deterioro. En niños con lactancia materna, ésta se debe mantener, pudiendo suplementarla con SRO entre tomas. Si toman lactancia artificial, se recomienda tras la fase de rehidratación (unas 4 horas), continuar con la misma fórmula sin diluir, pudiendo fraccionarla en más tomas.
Los niños mayores deben comer tan pronto como tengan apetito, con alimentos variados y agradables adecuados a su edad. Se toleran especialmente bien los hidratos de carbono complejos, carnes magras, yogures, fruta y verduras, evitando alimentos grasos (retrasan el vaciamiento gástrico) y muy azucarados (producen efecto osmótico en la luz intestinal). La dieta astringente (plátano, arroz, manzana y pan tostado, dieta BRAT) es innecesariamente restrictiva pero puede ofrecerse como parte de la dieta normal del niño. Las dietas normales son más eficaces que las restrictivas y acortan la duración de la diarrea. En caso de vómitos, ofrecer dieta fraccionada y frecuente, suplementándola con SRO en cantidades muy pequeñas.
No está justificado el uso de leche sin lactosa, ni las fórmulas de soja ni los hidrolizados de proteínas vacunas. Ver indicaciones de las mismas en Anexo IV.
3.- Uso de probióticos
En los últimos años se están publicando numerosos estudios acerca del uso de probióticos en las diarreas. Revisando la información disponible, encontramos que algunos probióticos (especialmente el Lactobacillus GG, y algo menos el Saccharomyces boulardii) acortan la duración de diarreas leves y moderadas. Pero hay discrepancias y poca concreción al definir las dosis adecuadas y la duración del tratamiento
En diarreas leves, basta con ofrecer al niño líquidos variados (sin restricciones) en pequeñas cantidades, para cubrir las necesidades de mantenimiento y prevenir la deshidratación, continuando con su dieta habitual. Algunas guías proponen dar además un suplemento líquido de 10 ml/kg de peso por cada deposición líquida que se realice. Si existe deshidratación de leve a moderada, se recomienda utilizar soluciones de rehidratación oral (SRO): 30-50ml/kg durante 4 horas en leve, y 50-100 ml/kg en moderada.
Las SRO (ver Tabla) deben agitarse antes de su administración y ofrecerse frías a cucharaditas de 5-10 ml cada 5-10 minutos, para mejorar el sabor y la tolerancia. Cuando tolere, se puede ofrecer a demanda. Si el niño vomita, se debe esperar entre 5-10 minutos y ofrecer la solución más despacio. Si los vómitos son incoercibles, habrá que valorar el ingreso hospitalario. Para la reconstitución de las SRO en polvo, se seguirán las indicaciones de cada producto. Las bebidas refrescantes, preparados para deportistas y los preparados caseros no son adecuados para este fin.
2.- Reinicio precoz de la alimentación
La reintroducción precoz de la alimentación garantiza la recuperación nutricional y evita el deterioro. En niños con lactancia materna, ésta se debe mantener, pudiendo suplementarla con SRO entre tomas. Si toman lactancia artificial, se recomienda tras la fase de rehidratación (unas 4 horas), continuar con la misma fórmula sin diluir, pudiendo fraccionarla en más tomas.
Los niños mayores deben comer tan pronto como tengan apetito, con alimentos variados y agradables adecuados a su edad. Se toleran especialmente bien los hidratos de carbono complejos, carnes magras, yogures, fruta y verduras, evitando alimentos grasos (retrasan el vaciamiento gástrico) y muy azucarados (producen efecto osmótico en la luz intestinal). La dieta astringente (plátano, arroz, manzana y pan tostado, dieta BRAT) es innecesariamente restrictiva pero puede ofrecerse como parte de la dieta normal del niño. Las dietas normales son más eficaces que las restrictivas y acortan la duración de la diarrea. En caso de vómitos, ofrecer dieta fraccionada y frecuente, suplementándola con SRO en cantidades muy pequeñas.
No está justificado el uso de leche sin lactosa, ni las fórmulas de soja ni los hidrolizados de proteínas vacunas. Ver indicaciones de las mismas en Anexo IV.
3.- Uso de probióticos
En los últimos años se están publicando numerosos estudios acerca del uso de probióticos en las diarreas. Revisando la información disponible, encontramos que algunos probióticos (especialmente el Lactobacillus GG, y algo menos el Saccharomyces boulardii) acortan la duración de diarreas leves y moderadas. Pero hay discrepancias y poca concreción al definir las dosis adecuadas y la duración del tratamiento