jueves, 8 de mayo de 2014

Cánceres hormonodependientes como el de mama, endometrio, ovario, testículo, próstata y tiroides, necesitan de determinadas hormonas, para su crecimiento y en ausencia de éstas, las células tumorales mueren.
HORMONOTERAPIA
Los compuestos de diez alimentos —frutas, carnes o verduras— han demostrado su capacidad para reducir los riesgos de padecer ciertos tipos de cáncer : 





Aguacate


Tras estudiar a un grupo de hombres con cáncer de próstata de una comunidad rural china, descubrió que la luteína del aguacate disminuye hasta en un 25% el crecimiento de células malignas en ese tipo de cáncer, y si se combina con el licopeno de los tomates, el efecto aumenta a 32%.

La luteína se encuentra en vegetales verdes como el apio, la espinaca y el perejil, pero la mayor concentración de este antioxidante se encuentra en el aguacate.

Ajo.

Aunque el ajo ha sido utilizado como antiséptico y bactericida, diversos estudios sugieren que reduce el riesgo de desarrollar cáncer de estómago, colon, esófago, páncreas y mama.

Tiene un alto contenido de azufre, arginina, oligosacáridos, flavonoides y selenio que, en conjunto, reducen la proliferación de las células malignas y mejoran la reparación del ADN.

Se desconoce la dosis exacta de ajo que se debe ingerir para cada tipo de cáncer y persona, pero la Organización Mundial de la Salud (OMS) aconseja a los adultos tomar una dosis diaria de 2 a 5 gr de ajo fresco (una porción es similar al tamaño de un clavo de olor).

Brocoli

Su fama como alimento contra el cáncer se debe a un componente químico llamado sulforafano, que se presume puede reducir de manera selectiva las células cancerosas. 

Fresas, Frambuesas y Bayas.

lo atribuyen al elevado contenido de carotenoides y vitamina C de las bayas, así como al de fibras como la celulosa, la lignina y la pectina, que han demostrado propiedades contra el cáncer .

Tomate

El color rojo del tomate se debe al licopeno, una sustancia con gran potencial antioxidante que además puede reducir el riesgo de desarrollar cáncer de próstata, ovario, estómago y páncreas. Ese compuesto regula el ciclo celular impidiendo la proliferación de células malignas.

Un estudio realizado por científicos de la Universidad de Harvard, indica que el consumo de licopeno reduce en 45% las posibilidades de desarrollar cáncer de próstata. La investigación se realizó en una población base de 48,000 hombres, que consumieron al menos diez raciones semanales de tomate.

Para cáncer de mama no hay resultados contundentes, ni para carcinoma de ovario. En este caso, hay investigaciones que muestran que una dieta rica en carotenoides, incluyendo licopeno, parece ayudar a prevenirlo, especialmente, en las mujeres jóvenes.

Nueces.

Este fruto reduce el riesgo de cáncer de mama. Tiene ácidos grasos omega 3, fitosteroles y antioxidantes que, al menos en experimentos con ratones, detuvieron el desarrollo de ese cáncer.

Pescado Azul

En este grupo se incluye el atún, arenque, salmón, sardina, anguila, pez espada, trucha marina y cazón, especies que se caracterizan por su contenido de ácidos grasos omega 3, además de calcio, hierro, vitaminas A, B1, D y E y zinc. Dichos ácidos grasos ayudan a controlar la presión arterial, disminuyen el colesterol en la sangre y tienen un efecto que disminuye los riesgos de padecer cáncer de colon, próstata y mama.

Investigadores del Fred Hutchinson Cancer Center, de Seattle, estudiaron por seis años a 35,000 mujeres posmenopáusicas, sin antecedentes de cáncer de mama y vieron que quienes utilizaban suplementos de aceite de pescado, tenían un riesgo 32% menor de desarrollar la forma más común de este cáncer.

Té Verde

Su alto contenido de polifenoles protegen las células del daño de los radicales libres a través de los antioxidantes.

Dichas sustancias también podrían inhibir la proliferación de células cancerígenas en piel, pulmón, cavidad oral, esófago, estómago, intestino delgado, colon, hígado, páncreas y mama, según estudios realizados —principalmente a animales— por el Instituto Nacional del Cáncer en Estados Unidos.

Tofu

Primero se dijo que los derivados de la soya —como el tofu— ayudaban a reducir el riesgo de cáncer de mama. Luego, surgieron voces en contra.

Investigadores del Vanderbilt-Ingram Cancer Center, en Nashville, Tennessee, concluyeron que sí reduce la reincidencia y el riesgo de muerte tras analizar a 5,000 mujeres chinas que comieron hasta 11 gramos de soya por día.

Estas mujeres presentaron una reducción de 29% en el riesgo de muerte y de 32% en la reincidencia de cáncer.

Vino Tinto

Sus propiedades anticancerígenas se deben a las isoflavonas, una especie de fitoestrógeno que reduce la disponibilidad de estrógeno, lo que puede resultar útil para tratar cánceres hormonodependientes, como el de mama.

Esta bebida tiene propiedades anticancerígenas y antioxidantes derivadas de su alto contenido de polifenoles, de acuerdo con el Instituto Nacional del Cáncer en Estados Unidos.

Dichas sustancias son fitoquímicos naturales que provienen de la piel y las semillas de la uva, siendo el resveratrol el principal antagonista del cáncer.