La prescripción en cascada se produce cuando un nuevo fármaco es prescrito para "tratar" una reacción adversa (RAM) producida por otro fármaco, basandose en la creencia errónea de que una nueva condición médica se ha desarrollado.
Los acontecimientos adversos asociados a la prescripción en cascada se producen cuando el segundo fármaco aumenta la severidad de la reacción adversa producida por el primer fármaco, o cuando el segundo fármaco expone al paciente a la aparición de nuevas reacciones adversas.
La clave para prevenir la prescripción en cascada reside en la prevención y rápida detección de las reacciones adversas.
Los profesionales de la salud deben ser capaces de reconocer cuándo un medicamento debe ser retirado y cómo hacerlo.
La deprescripción debe considerarse cuando existe polimedicación, reacciones adversas a medicamentos, ineficacia del tratamiento, caídas o cuando los objetivos del tratamiento han cambiado. Un enfoque cauteloso de la desprescripción incluye dos principios: retirar los fármacos de uno en uno y disminuir las dosis gradualmente durante semanas o meses.