Enrique Gavilán Moral/Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria./Á.S.de Plasencia. Extremadura.
Diversos organismos transnacionales consideran que durante el embarazo
es imprescindible la yodoprofilaxis a través de los alimentos ricos en
ese elemento (pescados, verduras brasicáceas) y de la sal yodada.
Actualmente, se está extendiendo la recomendación en todas las gestantes
del uso sistemático de diversos preparados farmacológicos de yoduro
potásico asociados o no a otros oligoelementos y vitaminas.
Conclusiones e implicaciones prácticas
La suplementación con yodo en el embarazo demuestra tener un efecto positivo en la prevención de cretinismo e incluso en la mortalidad, así como en la mejora del desarrollo cognitivo de niños que viven en zonas geográficas con déficit grave de yodo. Aunque estos estudios no están exentos de importantes sesgos, la relevancia del tema de estudio, así como el importante problema del déficit de yodo en la dieta en estos países, hacen recomendable la suplementación con yoduro potásico a las embarazadas, sin olvidar la actuación sobre otros determinantes de la salud.Sin embargo, en áreas con déficits leves o moderados, la yodoprofilaxis de problemas tiroideos con traducción clínica no parece demostrada. Solo dos estudios evalúan trastornos tiroideos clínicos8,10, y no han podido evidenciar que la suplementación con preparados farmacológicos de yoduro potásico sea mejor que placebo o que no dar suplementos. Otros dos estudios valoran el efecto sobre el desarrollo psicomotor y cognitivo, con unos resultados positivos en algunos parámetros estudiados, pero no constituyen datos concluyentes al tratarse de estudios de calidad baja11,12. Todos los ensayos clínicos localizados valoran datos bioquímicos de función tiroidea; en los pocos estudios donde hay mejoría estadísticamente significativa en dichos parámetros, los resultados no suelen traspasar los rangos de normalidad. Y aunque muchas de estas variables podrían considerarse subrogadas al desarrollo psicomotor del niño, este vínculo no ha podido demostrarse aún al no disponer de ensayos clínicos aleatorizados, controlados y debidamente cegados que midan estos efectos a medio o largo plazo.
Por tanto, en lugares con déficits leves-moderados de yodo, como es el caso de España, no se ha demostrado que la suplementación adicional con preparados farmacológicos de yodo de forma sistemática en mujeres sanas tenga efectos clínicos beneficiosos sobre la madre o el neonato.
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